14 Judas, dejando la decisión al Creador del mundo, animó a sus
hombres a combatir heroicamente hasta la muerte por la causa de las leyes,
el Templo, la ciudad, la patria y las instituciones; y acampó en las cercanías
de Modín.
15 Dio a los suyos como consigna «Victoria de Dios» y atacó de
noche con lo más escogido de los jóvenes la tienda del rey. Mató
en el
campamento a unos 2.000 hombres y los suyos hirieron al mayor de los
elefantes junto con su conductor;
16 llenaron finalmente el campamento de terror y confusión, y se
retiraron victoriosos
17 cuando el día despuntaba. Todo ello sucedió, gracias a la
protección que el Señor había brindado a Judas.
18 El rey, que había probado ya la osadía de los judíos, intentó
alcanzar las posiciones con estratagemas.
19 Se aproximó a Bet Sur, plaza fuerte de los judíos; pero fue
rechazado, derrotado y vencido.
20 Judas hizo llegar a los de dentro lo que necesitaban.
21 Pero Rodoco, uno del ejército judío, revelaba los secretos a los
enemigos; fue buscado, capturado y ejecutado.
22 El rey parlamentó por segunda vez con los de Bet Sur, dio y tomó
la mano y luego se retiró. Atacó a las tropas de Judas, y fue vencido.
23 Supo entonces que Filipo, a quien había dejado en Antioquía al
frente de los negocios, se había sublevado. Consternado, llamó a los judíos,
se avino a sus deseos, y prestó juramento sobre todas las condiciones justas.
Se reconcilió y ofreció un sacrificio, honró al santuario y se mostró
generoso con el Lugar Santo.
24 Prestó buena acogida a Macabeo y dejó a Hegemónides como
estratega desde Tolemaida hasta la región de los guerraínos.